sábado, 8 de octubre de 2011

Spotify, Spotify...

Hoy he hecho caso a las indicaciones de mi profesor y voy a darle a mi habitación un giro de 360 grados. No, no es que vaya a dormir al revés, nada de eso. Simplemente tengo demasiada información almacenada en las estanterías.

Así que con la aparición de tecnologías muy avanzadas como Spotify, me he decidido por deshacerme de mi colección de discos de los Beatles. La hoguera ha sido monumental, el plástico la alimenta bastante bien. He de decir que "Rubber Soul" ardió bastante bien, a diferencia de "Abbey road", cuya carcasa, de metal, tardó más tiempo en fundirse que las demás. Lo contrario sucedió con "Help", que fue de los primeros en sumarse a la fiesta.

Una vez apagada subí a mi cuarto con la intriga de ver la estantería vacía. ¡Por fin vacía! Por fin podía colocar en esa estantería todo lo que quisiera, como por ejemplo... bueno, todo lo que quisiera. Instalo Spotify, creo cuenta (gratuita, por supuesto) y me dispongo a escuchar una canción de los Beatles. No presto mucha atención a la hora de seleccionar la canción, pero nada más comenzar a sonar, no suena a lo que debiera. Suena raro:



La voz que sonaba no es la extraordinaria voz de Lennon gritando "Twist and shout". Ni de coña. Entonces inspecciono Spotify y sorprendentemente, LOS BEATLES NO ESTÁN. Respiro agitada y profundamente mientras me auto convenzo de que no es real, no es posible. Para colmo, cuando acaba la canción, suena un anuncio como los de radio, que me sugiere que estudie en la escuela Leonardo para yonosequé carrera.

Podría extenderme más renglones contando mi desastrosa experiencia, pero creo que ya ha quedado claro que las nuevas tecnologías no están aún desarrolladas al máximo. Suerte que no me dio por quemar "The dark side of the moon" no solo por que Pink Floyd no esté en Spotify, sino porque escuchar las canciones de este disco con unas interferencias en modo de anuncios... es como que no...

2 comentarios:

  1. Es buenísimo, pero podrías haber empezado por quemar alguno de Camela, aunque supongo que no estarían dentro de tu estantería.

    ResponderEliminar
  2. Has supuesto bien jajaja, que por cierto, Camela sí que está en Spotify, lamentable-.-

    ResponderEliminar