La presentación es uno de los factores qeu sin duda alguna podrá convertir nuestro trabajo en un excelente o pésimo trabajo. Siempre que realicemos una presentación oral, es necesario que nos relajemos y hayamos asimilado todo el contenido a exponer para evitar que se nos olvide la información en un momento crucial y para evitar nervios de última hora. No nos podemos preocupar por hacer el ridículo ni por realizar una exposición pésima: Lo más importante es impartirla desde el punto de vista del expectador (¿Cómo le gustaría que fuese la exposición al expectador?). Hay que evitar realizar gestos que no vengan a cuento y sobre todo, acompañar con movimientos nuestro texto oral.
En cuanto a los trabajos escritos, no podemos olvidar no realiza fraude, buscar la información de una manera adecuada y contrastarla. Las revisiones de última hora siempre vienen bien, por lo que no conviene olvidarlas. La presentación debe ser adecuada, por lo que conviene incluir una bibliografía, un índice y una portada. Siempre que podamos incluir la opinión personal conviene hacerlo, puesto que supondrá que hemos asimilado el tema del que se ha realizado el trabajo.
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